Las “personas difíciles”, que ahora también les dicen "tóxicas", se encuentran en todas partes, y se caracterizan por hacer difícil la comunicación entre todos, e incomodar a otros. Siempre se quejan pero nunca aportan soluciones, ven todo negativo, son expertos en ver los defectos de los demás y siempre los están mencionando, cómo una forma de evitar que se noten sus propios defectos. Casi podríamos decir que disfrutan sus comportamientos problemáticos para atorar a quienes los rodean. Son esas personas que están dispuestas a quemar su propia casa para que se queme la casa del vecino.
Lo más seguro es que al estar leyendo lo anterior empieces a pensar en fulanito y manganita; sin embargo, lo que me gustaría que hicieras es crear consciencia de tu propia toxicidad. Juzgar a otros es un ejercicio inútil que sólo te amargará el hígado. Analizar tu propia situación si puede ser constructivo porque te abre la posibilidad de cambio en caso de que seas un(a) profesional de la prosperidad. La pregunta del millón es
¿Eres tú una persona difícil?
Estrategia para trabajar con personas difíciles.
Dos especialistas en Recursos Humanos, Thomas y Killman, afirman que para el manejo de conflictos hay 5 estrategias: evitar, ceder, forzar, comprometer, o colaborar. Sin embargo, ante “personas difíciles”, hay que aplicar “estrategias especiales”,en donde hay que seguir 4 pasos para encontrar la mejor forma de resolver o minimizar el problema.
Paso 1: Identifica el problema. Comienza por tratar de entender la naturaleza del problema. Esto significa identificar el comportamiento específico que es inaceptable, determinar con quién surge y con qué frecuencia ocurre.
Paso 2: Examina las relaciones. Examinar cómo la “persona difícil” interactúa con los demás proporciona algunas claves acerca de las posibles causas de su comportamiento. Identificar por qué ocurre y por qué es molesto ayuda a buscar una posible solución.
Paso 3: Determina la causa. El comportamiento difícil siempre tiene alguna(s) causa(s), como puede ser: baja motivación, problemas de personalidad, o una incomodidad general por enfermedades físicas, problemas económicos sin resolver, etc.
Paso 4: Logra un acuerdo con la persona difícil para trabajar buscando cambiar la conducta problemática.
Estos 4 puntos los debes aplicar A TI MISMO(A), porque repito: Aquí el punto no es analizar el comportamiento del vecino, SINO EL TUYO PROPIO. Una vez que has determinado las causas de tu comportamiento elabora un plan del enfoque que mejor se amolde a tu naturaleza para hacer los cambios necesarios. Para lograr esto puedes hacer lo siguiente:
a) Reúnete contigo mismo(a). Date el tiempo suficiente para poder hablar contigo sobre el tema. Escoge un momento en que puedes estar calmado(a) y sin interrupciones. Un tiempo bueno es al despertar antes de levantarte o regálate 30 minutos y ve a caminar un ratito.
b) Describe tu comportamiento difícil de una forma no acusatoria. Darte con el látigo es inútil. Concéntrate en los sentimientos negativos que genera tu comportamiento. Puedes elegir 1 ó 2 comportamientos negativos, para evitar agobiarte demasiado y deben ser comportamientos sobre los que debes hacer algo para remediarlos.
c) Evita ser manipulado(a) por tu ego, porque tratará de evitar que hagas el análisis haciéndote pensar cosas como: “Qué caso tiene hacer esto, si todos van a seguir siendo iguales cambie yo o no”, “Esto es una pérdida de tiempo, no tiene caso”, “Tengo muchos pendientes, mejor mañana lo hago”, “No tiene caso porque nadie valora mis cambios”, etc. Debes tener muy presente que el primer beneficiado(a) ERES TÚ, y lo haces para tú estar mejor… no para hacerle un favor a alguien.
d) Define en pocas palabras el cambio de comportamiento que quieres lograr. Debes tener mente abierta acerca de cambiar tu meta o solución, si ves que es lo adecuado.
e) Pide ideas para lograr el cambio y sobre cómo lograrlo. Recuerda que no naciste enseñado(a) y en estas cosas siempre tenemos que aprender porque nadie nos enseña a ser este tipo de ejercicios.
f) Define un plan de acción. Recuerda que la vida no funciona en base al deseo sino en base a la acción. Comience con las metas a corto plazo y que se puedan obtener fácilmente.
g) Especifica una fecha de evaluación de resultados. Esto te recordará cuando debes revisar el progreso en la implantación del plan.
h) Dale seguimiento a tu progreso. Reconoce y FELICÍTATE por cualquier progreso que vayas logrando. Si no ha habido ningún cambio en el comportamiento difícil, vuelve a evaluar el plan de acción y cámbialo si es necesario.
A veces, remediar el comportamiento problemático toma un poquito de tiempo porque pueden ser hábitos de pensamiento muy arraigados o situaciones emocionales que hay que aprender a manejar. Mientras logras avances en tus comportamientos hay algunas cosas que puedes hacer para minimizar los problemas QUE TÚ CAUSAS al tratar con otras personas.
1.- Mantén la calma y ten mucho cuidado en no convertir las situaciones en ataques personales, porque vas a sacar boleto para una bronca.
2.- Escucha con atención a las otras personas sin agarrar en forma personal sus puntos de vista. Evita interpretar a tú modo lo que la otra persona dice
3.- Decide con anterioridad qué comportamiento tendrás y que aceptarás de la otra persona para mantener el respeto mutuo. Recuerda a Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno…es la conservación de los dientes…”
4.- No pierdas confianza en tí mismo(a), y en tu capacidad aprender a relacionarte bien con los demás.
5.- Date un premio cada vez que logres interactuar con quienes te rodean sin convertirte en el “dolor de cabeza” de siempre.
Alguien dijo: “Tú debes ser el cambio que esperas ver en los demás…” y eso es totalmente cierto. Así que quiérete un poquito y empieza a trabajar contigo y verás que las cosas mejoran en ti, en tu casa, y en todo lo que te rodea.