sábado, 21 de febrero de 2015

MANEJANDO LAS OBJECIONES DEL CLIENTE

Todos los expertos en ventas están de acuerdo que la capacidad de manejar objeciones de los clientes o prospectos es la principal característica de una persona que se dedica con éxito a la comercialización de productos o servicios. También están de acuerdo que las objeciones surgen como respuesta a los miedos del cliente, que pueden ser razonables o no. El problema es que aunque no sean razonables también generan un comportamiento negativo hacia la compra. 

Los miedos más comunes son:
a) No recibir lo que el ejecutivo de ventas promete. Este miedo es especialmente fuerte en nuestro país por el alto nivel de deshonestidad que existe.
b) Miedo a la crítica o desaprobación que puede surgir a raíz de la decisión de compra
c) Miedo a que una vez tomada la decisión surja una opción mejor

Estos miedos se manifiestan en dos tipos de objeciones:
a) Dudas: El cliente está interesado en la propuesta pero quedaron algunas lagunas en la explicación dada o no está claro en la mente del cliente como la compra del producto o la contratación del servicio resolverá sus problemas. 

Este punto es especialmente importante porque muchas veces el ejecutivo de ventas se olvida que al cliente o prospecto no le interesa el producto o servicio SINO EL BENEFICIO QUE PUEDE OBTENER DE EL. Muchas veces el ejecutivo se enfoca en mostrar su producto o servicio y se olvida de preguntarle al cliente CUALES SON SUS NECESIDADES. Si no conoce sus necesidades no sabrá como resaltar LOS BENEFICIOS que el producto o servicio le pueden brindar. Frecuentemente el comprador piensa "me quiere vender" en lugar de que piense "me quiere ayudar" y es seguro que no habrá ninguna transacción.

b) Excusas: En este caso el cliente o prospecto no tiene interés en la propuesta porque de momento el producto o servicio ofrecido no representa ningún beneficio. La mayoría de los expertos recomiendan que en este caso no se insista porque será tiempo perdido ya que "el comprador siempre corre más rápido que el vendedor". Hay que agendar para volver a insistir en un tiempo que puede ser de 30 a 60 días. En este caso el prospecto dirá cosas como: "Nos vemos más adelante", "No creo que sea el momento adecuado", "Voy a pensarlo", "No tengo tiempo".

En este caso lo absolutamente esencial es DEJAR LA PUERTA ABIERTA PARA UNA PRÓXIMA VISITA. No te puedes retirar sin haber logrado que el cliente acepte otra llamada u otra visita. Cuida mucho que tu comentario no favorezca un "no" por respuesta. Puedes decir algo como: "Gracias y me reportaré con usted en cuanto tenga alguna novedad que le resulte conveniente". Si preguntas: "¿No le molesta si le hablo en unas semanas?" estás abriendo la puerta al "no" que queremos evitar... mala pregunta obtiene mala respuesta.

Cuando estemos haciendo nuestra propuesta y aparezca algo que parezca una objeción es necesario cambiar el ritmo de la plática y empezar un proceso de 4 etapas:
a) Hacer una pausa y definir si el comentario es una objeción o una simple pregunta
b) Hacer una pregunta aclaratoria para definir bien cual es el punto de conflicto
c) Verificar la objeción. "Por lo que comenta pienso que..."
d) Manejar la objeción

Hablando de las objeciones puede haber diferentes tipos:

1.- Objeciones reales: Se tienen cuando el producto o servicio no tiene las características que el prospecto necesita. Surgen comentarios como:
  • Lo que ofreces no es lo que necesita la empresa
  • Necesito un servicio más especializado
  • Tus costos están por encima de lo que podemos manejar
  • No tienes la capacidad de manejar lo que necesito
Aquí casi siempre hubo una labor deficiente en la prospección por parte del ejecutivo de ventas. De cualquier manera, para manejar estas objeciones el vendedor, para no perder la oportunidad, debe conocer perfectamente su producto o servicio y proyectar una gran confianza en si mismo. Puede enfocar su atención en resolver uno de los problemas específicos del cliente en lugar de abarcar todo. Lo importante es entrar a la empresa, porque ya después podrán irse abarcando otros puntos a medida que el cliente gana confianza. 

Si el vendedor proyecta esa imagen de confianza en si mismo y en su producto o servicio siempre hay posibilidad de pedir al prospecto los famosos "referidos" que son personas desconocidas al vendedor pero que tienen relación con el prospecto, y que gracias a la empatía creada en la visita, el prospecto está dispuesto a mencionar.

2.- Objeciones por malentendidos: En este caso tenemos problemas de comunicación, especialmente porque muchas veces el ejecutivo, como una forma de demostrar que sabe mucho, utiliza términos técnicos que el cliente o prospecto no comprende. También suele suceder que no se sigue una secuencia lógica en la exposición o se dan demasiados detalles que no son necesarios en la propuesta inicial. Este tipo de objeciones van acompañadas de comentarios como:
  • Creo que no nos entendemos
  • No comprendo como es que...
  • Me comentas que... pero lo que ofreces es...
  • No entiendo que...
En este caso lo importante es tener la habilidad de explicar las cosas en forma sencilla (con palitos y bolitas), con el menor número de palabras posibles evitando expresiones como "¿me entiende?" porque muchos clientes se ofenden. La forma correcta de hacer la pregunta es "¿me explico?", "¿en que parte no me expliqué bien?". Procure ubicar el sistema sensorial preponderante de su prospecto; si es visual use imágenes en la explicación, si es auditivo entenderá mejor con palabras que con imágenes, y si es kinestésico recuerde que se dejará llevar por sus emociones.

3.- Objeciones por escepticismo. Por alguna razón el prospecto no está creyendo lo que el ejecutivo está diciendo. Su lenguaje corporal expresará temor; por ejemplo, cruzará los brazos sobre el pecho, no mirará a los ojos, bajará el tono de voz y hablará muy poco usando palabras como quizás, tal vez, pudiera ser, etc. En sus objeciones utilizará frases como:
  • Voy a pensarlo porque... no me suena
  • Necesito checar algunos números
  • Tengo que comentarlo con otras personas
  • Tal vez más adelante...
Aquí el asunto es respaldar la propuesta con casos de éxito, con documentación oficial que avale la legitimidad de la empresa, cartas de clientes satisfechos, y cualquier otro elemento que demuestre la seriedad de la empresa y su capacidad de respuesta. Aquí no hay espacio para jugarle al humilde; habrá que sacar todas las cartas que demuestren al prospecto que está tratando con una empresa ganadora que tiene ejecutivos que saben lo que están haciendo.

4.- Objeciones para sacar la mayor ventaja posible.- Hay muchas personas que buscan competir con el ejecutivo para ver quien es más inteligente. Casi siempre aparentan indiferencia hacia la propuesta y hacia el ejecutivo, y se comportan como si hicieran el favor de escuchar la propuesta. Usan expresiones como:
  • Mmmm, No creo que sea lo que necesito
  • ¿Eso es todo lo que tienes?, ¿No tienes nada mejor que ofrecer?
  • Y si....
  • Pero es que...
  • Vinieron de la empresa... y me ofrecieron algo mejor que lo tuyo
En estos casos hay que comportarse con mucho profesionalismo, "no subirse al ring" con el prospecto. Por el contrario hay que tratar que acepte la propuesta ensalzando su ego. Para esto el ejecutivo debe iniciar sus comentarios con expresiones como:
  • Estoy seguro que usted ya sabe que...
  • Con su experiencia estará de acuerdo conmigo en que...
  • Clientes inteligentes como usted ven fácilmente la conveniencia de nuestra propuesta porque...
  • Hacemos esta propuesta sólo a clientes con alto potencial como es su caso
  • Nos interesa trabajar con clientes como Usted que son muy reconocidos en la comunidad
Definitivamente el manejo de objeciones es más un arte que una técnica y habrá ocasiones en donde será difícil rebatirlas. Sin embargo, hay una ventaja: no hay un gran número de objeciones diferentes para un mismo producto o servicio; y después de poco tiempo el ejecutivo de ventas podrá conocerlas todas. Es esencial que después de cada entrevista el ejecutivo se de a la tarea de documentar las objeciones y preparar lo que se llama una "respuesta estándar". Esto es una respuesta a esa objeción que se preparó con tiempo y que se aprende de memoria para que la próxima vez que surja el asunto se pueda contestar con seguridad y naturalidad a la objeción.

En donde se tiene un equipo de ejecutivos es fundamental realizar reuniones en donde como equipo plantean las objeciones que han encontrado en el campo y crean "respuestas estándar". Así se suman esfuerzos y se multiplican los resultados. Esto es especialmente beneficioso para los ejecutivos recién llegados porque sabrán que esperar en sus propias visitas

Si como ejecutivo también necesitas realizar cobranza, que suele ser muy común, te recomiendo ver el link que incluyo, en donde hay muy buenas ideas sobre todo para la cobranza telefónica. Cobranza Telefónica

Así que con mucho ánimo y creatividad hay que seguir adelante aún con las objeciones del prospecto o cliente, y la tares es crear una "respuesta estándar" que permita convertir la objeción en un argumento de cierre. Y nunca olvidar el primer mandamiento de la comercialización:

SIEMPRE DEJAR LA PUERTA ABIERTA PARA UNA PRÓXIMA VISITA






No hay comentarios.:

Publicar un comentario